La exposición, ingreso y acumulación de toxinas en nuestro cuerpo hacen que este trabaje más de la cuenta, en especial en los órganos encargados de la limpieza de este como lo son el hígado, el riñón, el sistema digestivo, la piel, entre otros.
La sobrecarga de estos órganos causará a mediano y largo plazo un mal funcionamiento de estos y por ende un mayor riesgo de enfermedad, al igual que causará la aparición de síntomas nuevos como la sensación de cansancio, mala digestión, alteraciones emocionales, cambios en la temperatura corporal, aumento de la sudoración, ansiedad y sobrepeso, así como la aparición de cuadros de infección frecuentes como la gripa1.
Todos estos síntomas hablan de que las cosas no están bien en nuestra salud y que hay que hacer algo al respecto.
1. Baltazar Guerrero Quesada MD. Cirujano General Universidad Juan N. Corpas Especialista en Administración y gerencia de salud U. Santo Tomas – U El Bosque MD Epidemiólogo- U El Rosario Especialista en Terapias Alternativas y Farmacología vegetal Juan N Corpas. Magister en Fitoterapia – U Barcelona España.